sábado, 15 de octubre de 2016

El “indio” como sujeto político

Octavio Marino Pedoni[1]
 
El libro que aquí nos convoca, Desde el sujeto racializado. Consideraciones sobre el pensamiento indianista de Fausto Reinaga (2014)[2] de Carlos Macusaya Cruz[3], se nutre de la obra del pensador indio Fausto Reinaga (1906-1994) y se escribe a las luces de los diversos acontecimientos que se vienen dando en Bolivia, desde el 2003 hasta nuestros días[4]. El autor nos avisa que no es un texto acabado, sino que al versar sobre cuestiones vivas, con vida, es algo que permanece en movimiento y con posibilidades de desarrollos ulteriores.

El libro de Macusaya Cruz nos cuenta que el gran aporte de Fausto Reinaga fue la reconstrucción de los sentimientos de los indios en Bolivia. Sentimientos que eran la expresión de siglos de padecimientos de estos sujetos bajo la dominación y explotación de minorías blancas, y de los q'aras[5]. La reconstrucción de las vicisitudes de esta historia, brindaría a los indios, como sujetos políticos, elementos y recursos para criticar y poner en cuestión a la historia contada por los q'aras. Además de la posibilidad y el sustento para la formación, en este ejercicio, de una serie de organizaciones indias que tendrían vital importancia en los tiempos venideros de Bolivia. Entre éstas encontramos al Partido Indio de Bolivia. Estas organizaciones marcarían el inicio del indianismo, ante el fracaso del nacionalismo de mediados del siglo XX en Bolivia. Reinaga tendría un papel destacado en el primer período –formativo– del indianismo, entre 1960 y 1971, según Macusaya Cruz. Período al cual coronará con La revolución india en 1970[6] y con la participación en el VI Congreso Nacional de la Confederación Nacional de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CNTCB) en 1971. Dos años después, según el autor de Desde el sujeto racializado, con el Manifiesto de Tiahuanaco el discurso indianista sería domesticado –controlado en su crítica– y la figura del indio como sujeto político sería desplazada por la del campesino. Macusaya Cruz nos dice, siguiendo a Esteban Ticona[7], que la producción de Fausto Reinaga estuvo acompasada por los movimientos sociales que se dieron en el siglo pasado en Bolivia.

Reinaga escribió teniendo en cuenta al indio como tema de su reflexión y como destinatario de su obra. Para Macusaya Cruz esta reflexión fue y es política, y busca interpelar al indio en su condición de sujeto incluido –mal o bien– en la sociedad boliviana como campesino. Inclusión que tenía (¿y tiene?) como objetivo invisibilizar y ocultar la historicidad de la condición del indio. Para esto Fausto Reinaga, en ocasiones, usa un lenguaje que puede resultar chocante y violento. Pero la idea es con esas palabras romper las imágenes idealizadas del indio. Macusaya Cruz cita nuevamente a Ticona para explicar esta posición de Reinaga: “Es la apuesta de la violencia verbal para descolonizar al indio”[8]. Macusaya Cruz describe que la intención de Fausto Reinaga era inspirar a los indios, que se encontraban negados en las sociedades forjadas por los q'aras, y compelerlos a que se constituyan “en sujeto político”[9]. Antes de cuestionar el lenguaje de Reinaga hay que pensar que escribe desde las experiencias de opresión y explotación de los pueblos y naciones indias por parte de los q'aras. La violencia de las palabras que utiliza él es relativamente pequeña al lado de la ejercida en más de 500 años por los q'aras. La escritura de Reinaga, nos advierte Macusaya Cruz, no puede ser considerada indigenista, porque no es resultado de la imaginación. Por el contrario, Reinaga se encuentra comprendido dentro del indianismo, él no se imaginó nada, porque él lo vivió y conocía las posibilidades políticas del indio.

Para Macusaya Cruz en el indianismo de Fausto Reinaga hay cinco ideas centrales: “a) Sociedades yuxtapuestas (Dos Bolivias), b) sujeto racializado (indio), c) imperativo histórico (organización política) d) Revolución del Tercer Mundo (Revolución India) y e) “contra-historia” (La epopeya india)”[10]. Sociedades yuxtapuestas, una mestiza y la otra india. Las cuales se encuentran diferenciadas histórica y políticamente. Diferencias surgidas y consolidadas a través de instituciones en los tiempos de la Conquista y la Colonia. Un orden naturalizado de correlación de fuerzas reproducido por el Estado –moderno– en un orden simbólico de colonización. “[Una] distinción „racial‟, en términos de relaciones de poder, entre quienes mandan y quienes no”[11]. Dos sociedades que se contradicen en sus contenidos, pero de las cuales una termina por imponer sus intereses. El que sufre la imposición es el indio, el sujeto racializado, nos explica Macusaya Cruz, que es la expresión de una condición histórica. El indio tiene una identidad impuesta, la cual es representada por los q'aras como expresión de otra raza –inferior–. Lo que les permite ubicar a los indios dentro de una jerarquía social y explotarlos. Luego con la Revolución Nacional en Bolivia, a mediados del siglo pasado, esta justificación sería actualizada con la identidad de campesino y la constitución de clases sociales. “Reinaga entiende que: ‘Somos raza antes que clase’”[12]. Es por estas circunstancias y condiciones que Reinaga considera que los indios deben organizarse políticamente en un partido indio, para así poder expresar “la conciencia y la organización de una lucha”[13]. Lucha que ponga en cuestión y desestabilice la jerarquía racial impuesta. La crítica histórica es ineludible para mostrar en toda su extensión el pasado indio y ponerlo en relación al presente, es allí una posibilidad de revolución. “Por eso dice Reinaga que ‘El indio para ser sujeto de la historia tiene que saber por sobre todo su propia historia’”[14].

Macusaya Cruz advierte que uno de los límites en el pensamiento de Fausto Reinaga es el uso del término raza en sentido biologicista. El cual es utilizado para diferenciar a los indios de los q'aras, de los mestizos y blancos. También para criticar las pérdidas de diferencias propias del indio con el mestizaje. Pero que a al momento de pensar un proyecto político hegemónico desde el indio se constituye en un obstáculo, que impediría incluir o la participación en este de otro que no fuera indio. Reinaga con la utilización de raza llega a esencializar al indio, o a lo indio, y a idealizar cierto pasado de este. Esta apuesta, en su tiempo, se presentaba como necesaria para revalorizar, levantar la autoestima y movilizar a los sujetos racializados que eran minorizados por los q'aras. Las limitaciones de la obra de Reinaga no le quitan poder crítico a su escritura, con el uso político del término raza. El lector tiene que asumir críticamente a Fausto Reinaga, contextualizando su obra a su momento de producción y de reproducción. Resulta significativo trabajar el tema de raza y racialización, sugiere el autor de Desde el sujeto racializado, porque en estos términos residen prácticas de poder que se mantienen hasta nuestros días. Aunque ya se haya desestimado la existencia de razas, en sentido biológico, en la humanidad[15]. El indianismo, para Macusaya Cruz, es experiencia del trabajo sobre la crítica a la racialización de los indios. Experiencia a la cual el autor describe como “de politización básica de la identidad que parte de los sujetos racializados [los indios], problematizándose tal condición y partiendo de ella”[16].

Repitiendo algo mencionado con anterioridad, el indio es una condición histórica que surge en los tiempos de la Conquista y la Colonia. Condición que con sus matices sigue vigente. El indianismo es denuncia de esto.
El indianismo al rehacer las representaciones sobre el indio, lo hará aferrándose, para negarlas, a tales representaciones que el “otro” ha elaborado y esta actitud lo llevará a una dependencia con respecto de su objeto de negación. De este modo se entiende que la idealización indianista dependa de las representaciones negativas que se han elaborado sobre el indio, pues básicamente trabaja invirtiéndolas”.[17]
La inversión de la idealización del pasado opera como proceso de constitución del indio en sujeto político, que viene a poner en cuestión las estructuras sociales impuestas por los q'aras en las supuestas naciones y sociedades mestizas modernas. “Fausto Reinaga es una referencia ineludible si se quiere esclarecer los procesos de politización de identidad “india” en los andes”[18].



Nota: El presente artículo fue publicado originalmente en la Revista Intersticios, nº 8, disponible en: http://revistas.unc.edu.ar/index.php/intersticios/index y su título original es: Desde el sujeto racializado de Macusaya Cruz: el indio como sujeto político.
[1] El autor es licenciado en Filosofía (Universidad Católica de Córdoba), mail: kilinmanjaro@gmail.com
[2] Macusaya Cruz, C. (2014), Desde el sujeto racializado: consideraciones sobre el pensamiento indianista de Fausto Reinaga [en línea], MINKA, La Paz, (335 pp.), trabajo disponible en: http://grupo-minka.blogspot.com/2014/12/desde-el-sujeto-racializado.html
[3] Miembro del grupo MINKA (Movimiento Indianista Katarista).
[4] Léase Guerra del Gas, Movimiento al Socialismo, Evo Morales, Estado Plurinacional y demás.
[5] “Q'ara (u otras variantes dialectales) es el nombre peyorativo con que los quechuas y aymaras se refieren a los blancos y mestizos. […] lingüísticamente vinculado con 'pelado' y 'desnudo', tiene que ver con la falta de cultura andina de estos blancos y también con su falta de ética, que le lleva a robar y explotar [cualquiera se puede volver q'ara si imita esta conducta]”. Albó, X. (2002), Pueblos indios en la política, CIPCA-Plural, La Paz, pág. 80.
[6] Obra en donde Reinaga critica a los intelectuales occidentales y latinoamericanos por utilizar al indio como objeto de sus enunciados, pero no, en la mayoría de los casos, pensando desde el sujeto indio y sus circunstancias. A esa posición la delimitó como indigenista. La revolución india forma parte de la trilogía política de Fausto Reinaga junto con el Manifiesto del Partido Indio de Bolivia (1970) y la Tesis india (1971).
[7] Ticona Alejo, E. (2006), “Fausto Reinaga, el amawta descolonizador”, Pukara, nº 6.
[8] Op. Cit. Macusaya Cruz, C., Desde el sujeto racializado: consideraciones sobre el pensamiento indianista de Fausto Reinaga, pág. 94.
[9] Ibídem, pág. 95.
[10] Ibídem, pág. 99.
[11] Ibídem, pág. 104.
[12] Ibídem, pág. 211.
[13] Ibídem, pág. 125.
[14] Ibídem, pág. 137.
[15] “Recién en 1945, el antropólogo físico Ashley Montagu recomienda formalmente a la ONU suprimir el concepto de raza y adoptar el de etnia para hacer referencia a grupos de población específicos, biológica y culturalmente diferenciados, descartando a la par la existencia de una correspondencia racial necesaria, demostrable o relevante que agote y explique tal tipo de diferenciaciones poblacionales. […] la UNESCO adopta finalmente en 1950 la Declaración sobre las razas y las diferenciaciones raciales”. Briones, C. (1998), La alteridad del “cuarto mundo”. Una deconstrucción antropológica de la diferencia, Del Sol, Buenos Aires, pp. 29-30.
[16] Op. Cit. Macusaya Cruz, C., Desde el sujeto racializado: consideraciones sobre el pensamiento indianista de Fausto Reinaga, pág. 297.
[17] Ibídem, pág. 318.
[18] Ibídem, pág. 29.

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