Fernando Untoja Choque
Introducción
Para preparar una verdadera
transformación y dar respuestas claras; es necesario cambiar en las formas de
pensar y las formas de aprehensión de nuestra estructura social y económica. El
Katarismo es el pensamiento de la afirmación del Kolla Aymara y su concepción
nos permite romper con la visión ortodoxa que representa o imagina a Bolivia
como una estructura dicotómica donde por un lado hay: indios, indígenas originarios
y por otro un mundo de mestizos.
Es conocido que todos los
proyectos políticos sean de izquierda o derecha se elaboran a partir de esta
dicotomía; la generalización de esta lógica y su registro en la mente de muchos
ha producido grupos ideológicos y políticos que se reclamen de “indianistas,”
“indigenistas” y por otra lado la dicotomía marcada por prejuicios coloniales y
feudales hace que algunos se reclamen de izquierdistas, socialistas y mestizos.
Frente a esta visión dicotómica
el pensamiento Katarista plantea la necesidad de otro enfoque para comprender
nuestra realidad. Nosotros no pensamos en términos dicotómicos sino en términos
de dominancia y dominación Kolla Aymara, si bien la sociedad boliviana es
conjunto de estructuras heterogéneas, es incuestionable la dominancia Kolla en
el todo el país. Es esta que da identidad a Bolivia; pero los enemigos de la
nación Aymara-quechua han presentado a Bolivia como un conjunto formado por
"indígena-indios y originarios campesino".
La totalidad socio-económica es
un conjunto de estructuras heterogéneas; más precisamente existen tres
estructuras, cada una de ellas con lógica propia, la totalidad social y
económica, funciona, se reproduce en base a las relaciones que se operan entre
las tres estructuras. Si identificamos esas tres estructuras y las relaciones
que aseguran el funcionamiento de nuestra sociedad y nuestra economía,
podríamos pronunciarnos sobre el carácter de la economía y la mentalidad de los
actores sociales y políticos. Nuestro acercamiento toma la figura que podemos
llamar de cinematográfico; primero se presenta en términos macro-sociales y
panorámicos la presencia de tres estructuras: existen las prácticas del Ayllu,
las prácticas feudales y capitalistas.
Cada una de ellas funciona con
una cierta autonomía y lógica propia. Así el Ayllu funciona con el principio de
la rivalidad practicada en el comercio por los Kolla en el País, la feudal con
el principio de la pertenencia, practicada por las instituciones del Estado
Importado; y la capitalista con la lógica de la competencia; es el juego de las
tres lógicas que mueve el sistema económico y social.
Cada lógica se mueve con respecto
a la otra contigua en sentido opuesto, en ese proceso se genera tres tipos de
relaciones de la sociedad: relaciones de yuxtaposición, colisión y
articulación. Esta presentación nos permite en un segundo plano comprender la
articulación entre el Ayllu y capitalismo, relación en la que el principio
liberal adquiere toda su fuerza.
El juego de las estructuras y
relaciones, nos permite entender la lógica mercantil y la acumulación del
capital en la economía boliviana, donde los actores del ayllu y capitalismo se
constituyen en la fuerza motriz del desarrollo económico y social. Este
diagnóstico nos muestra las posibles consecuencias de ese juego de relaciones,
nos muestra los elementos que se presentan como obstáculos en el desarrollo
económico y también los cambios que se generan en la vida económica y social.
La Tesis katarista es mostrar que
los Kolla Aymara están en el juego de la articulación entre la economía del
Ayllu y el capitalismo, esta articulación es un hecho importante y no sólo
aporta fundamentos históricos para la comprensión de los acontecimientos
actuales, sino también proporciona los medios positivos y prácticos para hacer
frente a numerosas cuestiones, fenómenos y acontecimientos que se producen en
estos tiempos.
Mientras los experimentos de la
economía estatal, continúan repitiéndose de manera cíclica la fuerza liberal de
los ayllus en la economía boliviana se articula con la lógica del capitalismo y
esta articulación es la base de un nuevo desarrollo a emprender. Pero muchos
marcados por prejuicios teóricos no ven esta gran metamorfosis en la economía
boliviana. El desafío no sólo es de comerciantes que empeñados en la
acumulación del capital mercantil ocupan todo el territorio boliviano (y más
allá de las fronteras), sino es también un desafío intelectual y político para
comprender esta metamorfosis; solo así se puede construir proyectos políticos
donde el actor principal es y será el Kolla Aymara.
I.- Rivalidad, Pertenencia y competencia.
La economía del Ayllu funciona en
base a la rivalidad, es esta la que permitió en el transcurso de la historia la
reproducción social y cultural. No es como afirman los “indianistas y los
indigenistas” que en la “comunidad indígena” todo es armonía y todo funciona en
base a las relaciones de “reciprocidad”, “redistribución” y
“complementariedad”. Esta manera imaginar o especular no es nada más que copia
de pensamiento del colonizador. Antes los salvajes eran malos ahora es la
figura del “buen salvaje” que sirve de mito para oprimir y negar la identidad
Kolla-Aymara.
En la realidad es la relación de
rivalidad que juega el motor del potenciamiento económico y de reproducción
cultural de los q'amiris contemporáneos, es la rivalidad que impulsa la
expansión de los Kolla en todo el país, es la rivalidad que estimula la
innovación y la producción de la cultura entendida como fiestas, ritos y
ambiciones.
Esta lógica de la rivalidad está
vigente con mucha fuerza en nuestros tiempos, pues permite, entrar en el juego
de la economía mercantil. Se convierte en la respuesta a los problemas del
empleo, de la subsistencia y la decisión para jugar y acumular en el comercio.
Pero el desarrollo de la rivalidad como motor de la expansión mercantil,
encuentra límites cuando los mercaderes Kolla se ven obstaculizados por las
barreras de la estructura feudal como ser el nepotismo, los clanes familiares
cobijadas en las instituciones del Estado Importado.
Una segunda estructura es la
feudal, si bien ya no existe relación feudal en tanto que pertenencia al feudo
territorial; las instituciones y la estructura mental están marcadas y llevan
el sello de la lógica de pertenencia a un “feudo”: clanes familiares, roscas,
prácticas de nepotismo, corrupción, relaciones feudales en todas las
instituciones.
Entonces el principio que rige
esta estructura es la pertenencia. Su movimiento va en sentido contrario a la
lógica de rivalidad del Ayllu, por lo tanto produce relaciones de colisión y de
yuxtaposición. La lógica de pertenencia también es una barrera para el
desarrollo del capitalismo.
Emprender y ser empresario no es
fácil para el Kolla Aymara; lo feudal impone desde las instituciones: filtros,
selección, preferencia en función del principio de pertenencia; por eso un
comerciante, un productor está a la merced de las instituciones burocráticas y
leyes de la estructura feudal. La relación es la de yuxtaposición y colisión
con respecto al capitalismo.
Por otra parte es innegable la
dominancia de la lógica del capitalismo en la economía boliviana, unos y otros
compiten para seguir en el mercado, todos están con el dinero, crédito,
relación trabajo-capital, comercio interno y externo; está en juego permanente
la innovación tecnológica; pero la barrera al desarrollo capitalista es la
lógica feudal.
El capitalista que sea
comerciante o productor para hacer negocios tiene que pasar por los canales
feudales, generalmente la dinámica del capital en Bolivia funciona al ritmo de
la lógica feudal; por eso el empresario que no esté ligado al régimen de turno
y al favoritismo político no tiene muchas posibilidades de éxito y la situación
es peor para el mercader Kolla.
Entonces el Kolla debe definir
estrategias para generar su propio empleo, o para la supervivencia. El
movimiento de la lógica capitalista va en sentido contrario a la feudal por
tanto las relaciones son de yuxtaposición y colisión. En estas relaciones se
nota claramente la oposición entre las lógicas de rivalidad y pertenencia,
entre pertenencia y competencia, las relaciones de oposición bloquean el
funcionamiento de la economía y de la sociedad.
Nuestra lectura encuentra que en
la sociedad y la economía boliviana dos lógicas se mueven en el mismo sentido:
la rivalidad y la competencia. Es en esa dinámica estructural que se articula
el Ayllu y el capitalismo.
Los enfoques economicistas hacen
abstracción de las colisiones y articulaciones de estructuras, apuntan
generalmente a las consecuencias principales de la economía convencional; antes
de observar el cuadro grande, ofrecen un vistazo al panorama macro-económico
como ser: Política económica, la política monetaria, los mercados financieros,
el papel del oro, las reservas, todas ellas relacionadas ciertamente.
Pero no formulan ni plantean
preguntas ¿por qué Bolivia, sigue estancada en su desarrollo? Tampoco dan
respuestas a las razones de la expansión de la economía llamada “informal”;
últimamente ésta es rebautizada con el nombre de “economía popular”. ¿Entonces dónde
están las respuestas políticas y de proyectos de sociedad de parte de los
indianistas e indigenistas?
II.- Yuxtaposición, Colisión y articulación
Ahora veamos cómo se generan las
relaciones en la sociedad boliviana. Nuestro propósito es doble. En primer
lugar, estas ideas fueron objeto de reflexión durante varios años en el
desdoblamiento del circulo Katarista-Ayra, ahora queremos presentar las ideas
principales desarrolladas con propósitos políticos. Es sobre los fenómenos como
la Yuxtaposición, colisión y articulación de estructuras económicas del Ayllu y
del capitalismo que el círculo katarista ha explorado la vivencia de nuestra
gente en el comercio.
Cuando nos referimos a la
articulación, no solo es la articulación ayllu-capitalismo, sino también la
articulación entre la geno y la feno estructura; las dos están y marcan la
materialidad y la idealidad en la sociedad.
En segundo lugar reflexionar cómo
tales ideas y comportamientos pueden encontrar su camino en la psique
boliviana, por eso esto exige en la mente de los kataristas, un minucioso
trabajo de replanteamiento de la naturaleza y finalidad de la vida económica y
enfrentar un desarrollo. El tiempo dirá si nuestras apreciaciones al respecto
están bien fundadas, por ahora lo que nos queda es seguir los pasos de esos
hombres y mujeres liberales que arrasan con las fronteras sociales y
territoriales y establecen relaciones comerciales en el juego de la rivalidad y
competencia.
El espacio social y la maquina
económica se caracteriza por la presencia de tres tipos de relaciones:
Yuxtaposición, colisión y articulación; es innegable la presencia y existencia
de estructuras socio-económicas capitalistas, del mismo modo la permanencia de
instituciones feudales; estas dos sellan el funcionamiento de las instituciones
generando una relación de colisión entre lo feudal-capitalista. En el espacio
socioeconómico el ayllu (la rivalidad) se posiciona frente a dos principios que
se reproducen material e idealmente, los mercaderes Kolla actores de esta
lógica, entran en el juego de las relaciones hasta establecer la articulación
rivalidad y competencia. En este proceso de colisión y articulación de
estructuras, el desarrollo económico, político y cultural en el transcurso de
la historia no ha sido entendido por los pensadores ni por los actores
políticos. Esto hace que un país dotado de todos los recursos como ningún otro
en el mundo, siga condenado a la economía de extracción de materias primas, sin
poder generar riqueza.
En esta relación de estructuras
es la mentalidad e institucionalidad feudal la que no permite el desarrollo
económico. La lógica capitalista no encuentra complementariedad institucional.
Este desfase marca el dis-funcionamiento económico y un comportamiento curioso
de los actores sociales (agentes económicos, actores políticos).
La realidad de la máquina
económica es una sola: con la internacionalización del Capital, lo local y lo
global están marcados por la lógica del capital, por eso toda forma arcaica, o
formas “economía de subsistencia” funciona al ritmo de la relación
capital-trabajo. La lógica del Capital no admite relaciones económicas
comunitarias ni autonomía de estas últimas. En la realidad lo que se constata
es la acumulación del capital forjada por el mercader; desplazamiento y acumulación
de fortuna, acaparamiento de la propiedad inmobiliaria,…etc. La realidad
muestra que existe desde hace dos o tres décadas la dominación capitalista y
esta se articula con la dominancia y las prácticas económicas del Ayllu.
La economía capitalista en su
racionalidad y funcionamiento busca siempre el excedente, esto significa que no
existe capitalismo sin explotación, no existe ética en la máquina económica
capitalista; toda economía obedece a las exigencias de la producción de
excedente, esta es la condición de su reproducción y a su vez la reproducción
de las condiciones para producir excedente. En el estudio del realismo
económico, no solo se debe tomar en cuenta lo social, lo solidario sino sobre
todo el problema de la generación de excedente y ver cómo y qué tipo de
institución es conveniente y para la economía; la institucionalidad es el
elemento ignorado por la economía política y obviamente por las políticas de
desarrollo.
En nuestro país el proceso de
desarrollo se ve estancado por falta de reglas claras en la sociedad. La
definición de reglas claras es difícil cuando el Estado está en poder de una
minoría oligárquica de izquierda, que además convierte al Estado en mercader y
hace una competencia desleal a los comerciantes Kolla.
Se escucha y se lee en el
discurso maquinal de los marxianos bolivianos que el agotamiento y el fin
inminente del capitalismo está cerca, del mismo modo los neoliberales
bolivianos que creen en la ineluctable perpetuación del capitalismo dejan de
estudiar los fenómenos reales, solo representan formalizaciones y escenarios
ajenos a la realidad. En el capitalismo existe la posibilidad de rechazar
progresiva y sistemáticamente campos que se convierten en obstáculos a la
determinación de la ganancia y la reproducción dinámica de relaciones sociales,
para esto necesitamos reglas de juego claras y coherentes y no un Estado
mercader.
Para el pensamiento Katarista, es
necesario explotar las potencialidades del Kolla en esa articulación del Ayllu
y el capitalismo, es ahí donde los actores económicos muestran su fuerza para
el desarrollo económico. Este sólo es posible si existe libertad individual,
derecho a la propiedad privada y que el Estado deje de administrar cosas de los
particulares. Los actores económicos en el Ayllu siempre fueron capaces de
administrar sus propiedades mientras que el Estado en Bolivia ha demostrado su
incapacidad para enseñar el manejo de la cosa privada. A partir de este
contexto y el respectivo análisis, los Kataristas planteamos nuestra propuesta
política libertaria para el siglo veinte uno. Una propuesta que sólo sigue y
expresa la marcha de afirmación económica y cultural de los Kolla en el
continente Sud Americano.
Desde la visión Katarista, frente
a una elite oligárquica corrompida, propugnamos y buscamos que los mejores
administren el Estado, que los ciudadanos administren su propiedad en el juego
de la relación de rivalidad y capitalismo.
III.- Exigencias y Prioridades Políticas
Una de las exigencias y
prioridades es la Libertad. Es prioritaria en el sentido del concepto y acción,
la libertad en sí del hombre boliviano-Kolla: sea filosófica, cultural, credo
religioso, político, económico, raza o etnia a la que pertenece, toda libertad
en el pensar del individuo se traduce en la libertad individual, económica,
política y social.
La Libertad individual para los
kataristas (Kolla-Aymara) es resultado de la práctica de rivalidad: sin
rivalidad no hay libertad individual ni colectiva, sin rivalidad no hay fuerza
de lo humano en la sociedad. Los Derechos Individuales del hombre Boliviano
están marcados por la práctica de la rivalidad, cuyo límite nos es otro más que
el derecho ajeno.
Para el Kolla es importante el
Derecho de disponer de su cuerpo del modo en que estime oportuno de manera
ilimitada, siempre y cuando no se ejerza coerción sobre otras personas. Por la
lógica de la rivalidad el Derecho al egoísmo racional como motor de la creación
y la innovación. Derecho a elegir sus propios valores y acciones mediante la
razón. Derecho a existir por sí mismo practicando la rivalidad, sin
sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí y que nadie tenga
derecho a obtener valores provenientes de otros recurriendo a la fuerza física.
Derecho a la asociación o pactos voluntarios; Derecho a elegir y practicar el
credo o religión que más le parezca y Derecho al Ateísmo.
Libertad económica: Sin libertad
Económica no existe prosperidad global. Entonces respeto pleno a la propiedad
privada (sobre todo la propiedad del trabajo, propiedad legítimamente adquirida
la cual es soberana); Libertad de mercado en el marco de los intereses del
Estado y la sociedad; derecho a la inserción racional en el proceso de
globalización; Fomento y promoción de la inversión privada nacional, y
extranjera en todos sus niveles.
Libertada social y política. Sin
libertad Política y Social no existe ciudadanía. Convivencia en un Estado de
derecho regida por una Constitución, que salvaguarde los derechos inalienables
del hombre boliviano, en la que las leyes sean neutrales y universales para fomentar
los méritos y que nadie tenga privilegios. Supremacía de una sociedad civil
formada por ciudadanos libres y no por súbditos, ni “naciones imaginadas”.
Gobierno sin oligarquías (de unos pocos contra la mayoría). Un gobierno
compuesto por los mejores. Servidores públicos totalmente obedientes a las
leyes, quienes deben rendir cuentas con arreglo a la ley y estar sujeto a la
inspección y control constante de los ciudadanos. Estado descentralizado en
autonomías y/o federaciones donde existan condiciones.
Por eso para los Kataristas sin
la Libertad del ciudadano y de la economía no hay igualdad de oportunidades. No
buscamos la “igualdad absoluta o el igualitarismo cándido”, tampoco hacer
“iguales a todos”, violando la libertad a nivel individual. El espíritu
libertario del Kolla es la garantía para superar los problemas que afrontan
algunas sociedades cerradas.
Por lo tanto en vez de plantear
una: “una unidad o igualdad en la diversidad” o una “complementariedad de
opuestos”, nosotros postulamos: Pasar de la dominancia económica a la hegemonía
política. El Poder Kolla no solo es acumular, sino es empoderarnos del Estado y
asegurar “la igualdad de oportunidades”. Mediante condiciones materiales y
jurídicas que otorgue el Estado, que cada boliviana y boliviana forje su futuro
y progreso sobre la base de su propio esfuerzo y trabajo. Dichas condiciones
materiales y jurídicas se traducen en: Educación y cultura; Trabajo estable;
Salud física y mental; Apoyo a la producción nacional; Seguridad ciudadana;
Seguridad y estabilidad Jurídica.
Para los Kataristas Libertarios,
la democracia y la práctica de la rivalidad es el respeto a la pluralidad y al
debate de ideas y de pensamientos. A partir de la democracia se pueden dar
solución a los problemas estructurales y coyunturales detectados anteriormente.
Un ejemplo: La concepción Katarista no incluye ni excluye a los bolivianos,
todos son actores fundamentales de la actividad económica productiva, todos son
actores políticos; lo que cuenta en primer orden es el ciudadano, así pondremos
fin a la actual situación de manipulación y control como piezas políticas a
supuestos movimientos sociales disfrazados de indígenas indios originarios o
campesinos.
Además daremos solución a los
problemas estructurales, re-articulando el Estado-Nación y lograr la
conformación de un nuevo sector dinámico empresarial. Con lo que crearemos el
nuevo sujeto político y económico: Pequeños, medianos y grandes productores de
las zonas altas, de los valles y de las zonas bajas con iniciativas de inversión
y proyectos de desarrollo económico social.
Los Kataristas Libertarios y la
responsabilidad individual y social. Nada de lo anterior será posible si no
hacemos prevalecer la responsabilidad Kolla con la patria, responsabilidad con
uno mismo, la responsabilidad ideológica, política y social.
Los actores fundamentales en la
relación de simultaneidad. Primero son los ciudadanos libres. El poder
económico de los Q’amiri Kolla, motor de la rivalidad y de la identidad debe
ocupar otros campos a parte del comercio: Sistema financiero, bancario,
comercio internacional.
El poder económico Kolla debe
establecer relaciones de rivalidad con los empresarios Kolla o no del Oriente,
Los emprendedores comerciantes deben dar el salto hacia las actividades
productivas y comenzar a jugar en el comercio exterior. Los trabajadores y los
trabajadores a cuenta propia en coordinación con los Q’amiri Kolla deben tomar
todos los espacios económicos. La clase media y los universitarios e
intelectuales, deben producir ciencia, cultura y convertirse en la aristocracia
que alimente la identidad Kolla.
Conclusión
Mientras las estructuras
socio-económicas no encuentren un referente institucional y de confianza toda
política de desarrollo económico y político se verá reducida en el puro
voluntarismo. La población equipada de la rivalidad, toma espacios
territoriales, re-territorializa y los convierte en campos económicos y pisos
ecológicos; la estrategia de sobrevivencia se convierte en estrategia de
acumulación y esta permite la articulación con el Capitalismo.
A pesar de una debilidad
institucional, en el campo de la economía y social, el conjunto de
transformaciones revela la revitalización de la noción de capital, de eficacia
y solidaridad en los Kolla. En economías, como la nuestra, las instituciones
feudales restringen y producen un proceso de desintegración de las formas de
cooperación, mientras que la estrategia de la acumulación en base a la
rivalidad, impulsa una metamorfosis entre las relaciones de producción del
Ayllu y el capitalismo.
Los que ignoran esta articulación
de la rivalidad Kolla y el capitalismo se refugian en arcaísmos y buscan la
“economía comunitaria”, cargan a ésta de grandes bondades (por ahora sirve para
el discurso político). Por eso para el pensamiento Katarista, el realismo
económico y social exige abrirse al mundo; lo real nos dice, que es tiempo de
jugar en el mundo, de crear, innovar. Explotar la fuerza de la articulación
Rivalidad y Competencia. Eso es el Poder Kolla en los Andes
El Alto 7 de Junio 2016
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