Por Carlos Macusaya
Rafael Quispe, el “Cholo Juanito” de la política boliviana, ha jugado a
sacarle provecho a los estereotipos racistas. Consciente de que al poder de
casta no le incomoda el indio “bufón” y oportunista, el indio que resguarda el
orden racializado con tal de obtener beneficios personales, ha apostado por ser
el decorado étnico de la dominación blancoide en este gobierno. Sin embargo, la
situación de Añez y compañía, por mérito propio, se ha tornado crítica, lo que
la obliga echar algunos floreros para tratar de “mejorar” su deteriorada
imagen.
No hay que olvidar que Rafael Quispe aprovechó la marcha en defensa del
TIPNIS (2011) en beneficio propio. Él no fue dirigente del TIPNIS ni oriundo de
ese espacio; sin embrago, usó esa movilización como trampolín para aparecer en
los medios, medios que le daban cabida a la vez que no mostraban a ningún dirigente
del TIPNIS. Fue después que “descubrieron” a Fernando Vargas, quien sí era
dirigente y portavoz legítimo de los movilizados de ese lugar.
La “defensa” de los indígenas y de la madre tierra solo fueron pretextos
del llamado “tata” Quispe, el tata-mamón. En el transcurso del presente año se
han registrado más incendios forestales que en el mismo periodo del 2019; sin
embrago, el tata-mamón defensor de la madre tierra, siendo parte del actual
gobierno, no ha dicho ni ha hecho nada al respecto. Incluso hay denuncias de “privatización”
de tierras fiscales (Erbol, 26/04/20) y Rafael Quispe no dice “ni chis ni mus”,
pues él ha usado eso de la “madre tierra” solo para pachamamar.
Cuando a mediados del mes de enero de este año, el grupo paramilitar Resistencia
Juvenil Kochala, en un acto de violencia racista, desalojó a cholas k’ochalas
de la plazuela Cala Cala (en Cochabamba), el defensor de indígenas no dijo
nada. Y es que la defensa de los indígenas solo es, para este personaje, una
excusa y la usa, según la ocasión, por pura conveniencia. Pero, además, él estaba
preocupado por no poner en riesgo el cargo que ocupaba y por ello se desentendió
de todo lo que incomoda a sus “tatas” (patrones).
La más reciente “hazaña” del tata-mamón, tras violar la cuarentena, ha sido
lograr suspender una audiencia recurriendo para ello a declarar en aymara (Es
“curioso” que, por lo menos en un inicio, contrató a Jerjes Justiniano como su
abogado defensor; no contrató a un abogado indígena). No es la primera vez que
lo hace. Si bien su gesto muestra una falencia (entre muchas otras) del sistema
judicial, en este caso respecto al uso de idiomas en el país, cabe preguntarse
si Quispe le habla a Añez o a otros miembros del gobierno en aymara para así
obligarlos a buscar traductores o aprender un poco el idioma. Con los periodistas no lo hace. Entonces, usa el aymara no como parte de una lucha por
sacar de lo “subalterno” a este idioma, sino para evitar rendir cuentas ante
la justicia: “oportunismo étnico”.
Pero la cosa no queda ahí. Como es propio de su carrera política, se
victimizó y escribió en su cuenta de Twitter (23 de abril) “Al indio lo acusan,
lo coaccionan, lo intimidan, lo amedrentan, parece que tiene xenofobia a los
indios”. Cómo si el tipo no hubiera violado la cuarentena. Muy a su estilo, se
escudo en ser víctima por indio para no responsabilizarse de sus actos. De esta
calaña es el tata-mamón.
¿Ha hecho algo respecto a los indios masacrados en Senkata? El gobierno
dijo, por ejemplo, que eran terroristas y que habían dinamitado un muro para
ingresar a la planta y hacerla estallar (lo que los medios oficialistas
reprodujeron hasta el cansancio). Hasta ahora no se ha presentado ninguna
prueba de ello. Y no solo eso. Circularon videos en los que se ve cómo varias
personas tumbaron el muro empujándolo con sus propias manos (lo que lo medios
oficialistas no mostraron), no con dinamita. Fruto del tratamiento mediático
(premeditado) y en redes (con bots, trolls y fakes de por medio) sobre este
tema, se ha desatado una campaña de racismo que no conmueve al “tata” Quispe. Tampoco
dijo nada sobre el trato discriminatorio de parte del gobierno de Añez a
ciudadanos bolivianos que buscaban ingresar al país por Pisiga. Y es que a este
defensor de “indios” no la importa lo que pase con los indios, sino lo que a él
le beneficia o perjudica.
Rafael Quispe, el tata-mamón, es puro oportunismo. Es el payaso étnico que
para contentar a sus patrones se la pasa payaseando por donde se pueda y cuando
el chistecito le sale mal, pues, se hace a la víctima, aunque ahora le tocó ser
destituido. Esta claro que este gobierno fue muy contemplativo con Quispe, por
pura conveniencia, claro. Sin embrago, en la dominación blancoide el florero étnico puede ser desechado, mientras el ministro de los vuelos “humanitarios” (Yerko Núñez) sigue
en su cargo.
Personajes de la calaña de Rafael Quispe no son casos excepcionales entre las
poblaciones racializadas. Personajes que, viniendo de grupos discriminados,
usan el racismo para sacar provecho personal han pasado por distintos niveles en
instituciones gubernamentales y no gubernamentales. Ser parte de una población
que sufre racismo no es garantía de idoneidad. Es más. El ser parte de esa
población, el vivir las barreras racializadas, las jerarquías de poder en
función al origen étnico, ha hecho que varios individuos de estas poblaciones
cultiven hábitos como los de Quispe. Él no es el único en estas artes. Ya vimos
a otros similares en el gobierno del MAS.
Pero, en general, los “tata” Quispe de antes y de hoy, con sus “hazañas”, tienen
el “mérito” de lograr que las luchas contra el racismo sean objeto de burla y,
en muchos segmentos, pierdan credibilidad, al mismo tiempo de promover la idea
de indígenas igual a payazos útiles; tienen el mérito de lograr que las poblaciones
que sufren racismo sean “reducidas” simples oportunistas de la talla del tata-mamón.
Y eso es lo que representa Rafael Quispe.
Cuántas falacias en un artículo tan corto jajajaja malazo la verdad
ResponderEliminarPuto
EliminarMuy buena descripción del bufón andino.
ResponderEliminarMe guzto el articulo. Ese tata mamondebe pagar por callar tanta injusticia
ResponderEliminarInteresante artículo descriptivo de Don Rafael Quispe, alias el "Tata" ...
ResponderEliminarExcelente artículo.
ResponderEliminarJajajaja el bufón indio fue Evo Morales que ni indio era y se aprovechaba de su gente. Quispe fue el único que dio la cara por su sector ganadose varios procesos en el gobierno de Morales cuando ningun "indígena " tenía el valor para hacerlo porque es más que sabido que estaban vendidos al narcopatron. Quien escribió esto de seguro es un masista resentido que se mantuvo cabizbajo años anteriores.
ResponderEliminarNo tienes ni idea de lo comentas ignorante
EliminarEl poder es sinónimo de dominación, cuando este gobierno transitorio se consolidó como disque legítimo, apareció este personaje con sus discursos de defensa hacia los más vulnerados de la población. Pero el cargo que se le asignó le hizo creer que podía ser más que el poder, lo que al final le costó colocarse la soga al cuello.
ResponderEliminarCulon
EliminarClaro, y aquí los comentarios que apoyan a un críticon que sólo vio lo malo en una persona, no lo estoy defendiendo cometió muchos errores y muchos aciertos, pero como lo dijo un periodista resentido criticando como buen boliviano "porque así somos" vivimos criticando para ganar fama....
ResponderEliminarRafael Quispe, no es nada más que el «Felipillo» funcional de la casta blancoide protagonista del golpe. El infeliz es un retroceso para el paradigma intercultural y una franca afrenta a nuestros orígenes culturales. Nunca se había instrumentalizado de forma tan abyecta, la «condición» de indígena. 😡
ResponderEliminarEl nombre de indio como centro pretexto y coartada de poder, un fenómeno de conquista que persiste intacto...
ResponderEliminarYaaazhashi!!!
ResponderEliminarBorraron mi comentario
EliminarHola pollo ?? Hecho peder la cabeza
ResponderEliminarJajajajajajaj hola
ResponderEliminarChe cuando cañamos estoy por alto ovejuyo
ResponderEliminarCon el salvish más
ResponderEliminarSabes que vivo codavisa nos veremos para kalear
ResponderEliminarChe mi chompa cuando me vas a devolver
EliminarYachachiiii
ResponderEliminarYapis con el gomas más vamos a kalear
ResponderEliminarChe cuando me vas a devolver mi chompa
ResponderEliminarLe hemos empeñado en los gato burguer
ResponderEliminarJajajaj pa eso ágil pa comer esas makanas del gatoburguero luego full kañerio
EliminarY comenzamos nuevamente todo es por culpa del pollaso cojudo con C de Felipao
ResponderEliminarY dónde lleva la c felipao
En la Cocaína que le mete
Yachachi!!!
Cómo es cocudos
ResponderEliminarMe emputa la speeding
ResponderEliminarEsa gringa cocainomana igual que la choca destruida pa eso nomás ágil deberían hacerles dormir con el veterinario
EliminarUna buena analogía del Tata Quispe, pero le faltaría una crítica asia nosotros como pueblo aymara a no actuar como este señor que nos recuerda lo malo de nuestro pueblo que nos gusta traición a nuestro pueblo cuando nos arrojan un cargo público.
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